Soy alegoría.
Hoy me he dado cuenta de por qué dejé hace un tiempo de mirar directamente a los ojos (algo que estoy intentando corregir para volver a enfrentarme de nuevo a las miradas, sobre todo a las intensas). Entiendo que la gente tiende a juzgar por primeras impresiones, y que alguien te entre por los ojos de primeras. Pero:
Qué maravilla las personas que bucean bajo la superficie:
¿Qué tal si intentas mirar más al fondo?
¿Qué tal si indagas en mi alma y en mi espíritu?
Qué tal si me retas.
Si te interesas por saber cómo, cuándo y por qué lloro.
Y en qué momentos me enfado y en cuales rio.
¿Y si te atreves a traspasar esta fachada de un sábado nocturno? Sumérgete, por favor en las alegorías de mi mundo diurno.
Te aseguro que es mucho más interesante lo que no se ve, que lo que percibes con la vista.
Lo que encadenamos es sagrado, por eso está guardado:
¿De qué color serán sus sábanas?.
¿Qué cara pondrá cuando le dicen "te quiero"?.
Te atrae, miras un rostro pero hay algo más que te inquieta y que no percibes porque no es palpable, ni se puede ver como los fanales que miras continuamente. Pero está ahí, es una energía, una luz de tu color predilecto que has visto en mí.
¿Le gustará la música?
¿Tendrá hermanos?
¿Se llevará bien con su familia?
¿Le gustará leer?
Preguntas como estas nos deberían surgir si una persona nos llama la atención de forma "no-palpable".
Pero...¿Y tú?
¿Te has hecho alguna vez esas preguntas?
ShZ.
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