LA GENTE DEL CINE

Vestigios de un rodaje de fin de semana.

La gente del cine, me gusta.

Se cuelgan sus pasiones a la cintura (en forma de cinta adhesiva) y salen a corren.

Corren, gritan y vuelan.

Incansables, indestructibles, imparables.

Son como estatuas de carbón que han cobrado vida,

 siempre han de llevar el modelito estándar de la gente del cine; su ropa negra y, quizás, alguna camisa de cuadros.

Destruyen de un golpe la frase "nadie es imprescindible".

 Porque todos/as y cada uno/a de ellos/as, lo son.

Las marcas, la cámara, la pértiga, la claqueta, el foco, el plan, el guion, el arte, la dirección. 

Nadie falla y todos están concentrados en una sola cosa, en un solo objetivo: 

hacer arte,

hacer cine,

contar historias,

filmar la vida,

captar el tiempo,

atrapar el momento,

dejarse ir.

Como en Fuente Ovejuna, todos a una.