Mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos.

Título del gran Antonio Machado.

Decía el otro día una de mis compañeras de clase, que el anterior fin de semana un joven de su pueblo tuvo un accidente y murió. Nos preocupamos de cosas livianas y banales, y cuando menos te lo esperas, esta vida te sorprende con su antónimo al que le solemos temer en abundancia.



Dijo una frase que me hizo reflexionar durante toda una noche y sobre la cual tuve que sacar mis propias conclusiones. Afirmó que es triste que estemos lejos y no nos reunamos para un cumpleaños, para una comida familiar, una cena, una pequeña fiesta con los amigos o una celebración importante. Para esas cosas nadie viaja, nadie coge el primer tren para pasar un buen rato con personas importantes. Porque no hay tiempo, porque hay trabajo, porque hay obligaciones. En cambio, si hay un funeral, viajas. Vas al tanatorio, das el pésame y aguantas una misa generalizada recordando a una persona que ya no está.

Nos vemos en la obligación de reunirnos para llorar por una persona cuando ya se ha ido. Si no vas a un entierro suele ser una falta de respeto, o un signo de que no muestras tu apoyo a los familiares. Pero cuando ha habido una celebración o una fiesta en la que esa persona estaba y no has podido ir, no importa tanto.

Comprendí que deberíamos cambiar eso. Deberíamos cambiar el tener que ir a un entierro a lamentarnos por la pérdida de un ser querido. Solemos decir eso de "ahora en lo bueno todo el mundo está, pero a saber cuánta gente vendría a mi funeral" Bien, que estén en lo bueno siempre, pero en vida (que es cuando vale).

Yo quiero que vengan a mi cumpleaños, de fiesta, que me abracen, que celebren, que me den la enhorabuena, que vengan al teatro, que me dejen su hombro para llorar. Que les pueda corresponder y mirarles a los ojos, tiene más valor para mi cuando esté viva, que cuando vayan a llorarme y no pueda devolverles la mirada por estar metida en una caja de madera.

Tempus Fugit.


Eso te dará la respuesta, si te arrepientes es porque te equivocas y si te equivocas puedes llorar. Y llorar será la sensación que te haga recordar que sigues vivo.

ShZ.

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