Carta a Catalunya

Te preguntarás "¿qué tendrá que ver un catalán con una albaceteña?". 

Puede ser que nada en absoluto o puede ser que bastante. Pero lo que es indudable, es que se me parte el corazón con tanta violencia, tanta rivalidad y tanto afán por sacar a relucir las diferencias, cuando en realidad, yo no termino de encontrarlas. Las diferencias pueden servirnos para distanciarnos o pueden ser una forma de unión si las utilizamos para aprender. 

A mí -personalmente- me encanta ver una película en euskera y no enterarme de una mierda mientras pienso: joder, qué preciosidad de idioma. Adoro ir a cualquier restaurante de Barcelona a comer calçots con salsa romescu, y me hace gracia cuando un valenciano menosprecia cualquier paella que no sea la suya. También me gusta la eterna rivalidad entre Murcia y Albacete o Tenerife y Las Palmas. Me agrada el acento gallego, el riojano y el andaluz. Me gusta ser albaceteña, castellano-manchega, española y terrícola. 

Sobre todo lo último: terrícola (pero sin olvidar de dónde vengo). Por eso y porque te considero parte de mi pueblo, si sucede algo donde tú estás, siento como si una parte de mí se desprendiera. Y estos días, el corazón se me comprime y la piel se me eriza, porque solo veo conflicto, lucha y rivalidad. Me duele ver tanta d e s t r u c c i ó n.

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Intentar callarte durante tanto tiempo nunca estuvo bien. Eres como ese niño al que le niegan su mayor deseo, hasta que explota de rabia en su adolescencia, normal. Se te ha silenciado durante tantos años, que tu impaciencia se ha convertido en urgencia, lógico.

Así que, lo que sí es responsabilidad de todos es intentar no juzgarte y no seguir alimentando el odio.

Lo que sí es responsabilidad de todos es no seguir ignorando tu petición (culpándote de todo y ahogándote).

Lo que sí es responsabilidad de todos es no ponernos en tu contra. (porque el rechazo de todo un país concentrado en una comunidad, se siente).

Lo que sí es responsabilidad de todos es dejar de echar leña al fuego e intentar entender POR QUÉ está pasando todo esto.

Tú, tu gente y tu cultura (en la que es fácilmente palpable tu cercanía con Francia) son dignas de alabar. Tu idioma, tu capital y tu arte nos hacen falta y nos retroalimentan. Por eso te pido que entiendas las diferencias que hay entre tu comunidad y las demás y las utilices para aprender, para pensar y para crecer. 

Siempre he pensado que vuestra tierra está más avanzada en muchos aspectos, por eso imagino lo difícil y lo frustrante que debe ser que el resto no evolucione al mismo ritmo, o lo agotador que resulta ver una España que no aprende, y que aboga continuamente por la corrupción y el retroceso. 

Pero te pido que tengas paciencia, porque cada lugar tiene un proceso distinto. Y que cuando dicen eso de "a mí me da igual, que se vayan a Andorra" es porque les duele, porque aunque no lo sepan, una parte de ellos también se va. 

Todos (o la mayoría) estamos perdidos en esta etapa de inestabilidad política que estamos atravesando. Todos (o la mayoría) estamos asqueados con tanta falsedad y tanta demagogia. 

Te entiendo, y por esa razón seguiré votando para que algún día puedas tener tu referéndum. Pero ojalá cuando puedas votar, tú tengas en cuenta lo que yo quiero, y tengas presente lo importante que es que te quedes para todos.

Siempre vamos a quererte, tanto si decides quedarte y avanzar lento, como si decides marcharte.

Así que... ¿de verdad sigues queriendo irte?.

Firmado:

Una albaceteña que detesta los conflictos y le encantan los calçots.