Ni se te ocurra quejarte.
De nada.
Hay personas que tienen suficientes motivos para quejarse y no lo hacen.
No lo hagas tú cuando tienes mil motivos que te hagan callar.
Parece ser que a veces quejarse provoca una pequeña satisfacción irrevocable y placentera.
Y no debería de ser así porque yo me quejo por muchas cosas.
Y los que nos quejamos lo hacemos no porque tengamos que hacerlo, sino porque no valoramos lo que tenemos.
Así que tengo que empezar a dar las gracias, porque no me falta nada, porque estoy en el camino para llegar a mi sueño, porque tengo salud para llegar hasta donde pueda y porque tengo personas maravillosas alrededor.
Todo esto parece muy obvio, pero no lo es, y si en algún momento me faltara algo, entonces comprendería que no tendría que quejarme por tenerlo, sino por echarlo en falta.
ShZ.
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