N O S T A L G I A


Ayer hablaba con una de mis mejores amigas y me di cuenta de que irremediablemente, hemos crecido.

Y esto trae consigo numerosas consecuencias.

Ya no están los días en los que llamabas a alguien que compartiera tu misma agonía nocturna para combatir el examen de la mañana siguiente. 

-Nena, ¿y tú crees que entrará esto?
-Yo creo que  no, seguro que nos pone El fusilamiento de Torrijos...

Las risas en el momento del recreo, el bocata y saltarte alguna clasecilla...

Estar en tu casa tranquilamente, oír el timbre y que una voz joven y con ganas de hacer fechorías pregunte:

-¿Te bajas?

Lejos quedaron esos días que fueron engullidos por el trabajo, los sueños y las facturas que pagar.

Y es que hemos crecido tanto, que ya nadie tiene tiempo para nada. Porque intentar cumplir tus sueños profesionales es tan difícil que enseguida te percatas de que has entregado tu vida personal casi por completo. No solo tú, sino todo tu círculo social.

Ya no volverán esos días en los que veías a diario a tus amigos, porque están emparejados, con trabajo, viviendo en una ciudad diferente o incluso tienen hijos.

Y el tiempo eso no lo cambia. Solo podrías hacerlo volviendo atrás.

Pero el tiempo es irreversible. No se puede volver atrás.

A veces desearía levantarme un día para ir al instituto (donde por cierto, me preocupaban muchas menos cosas que ahora). Volver a tener la sensación de que a las 7.00am suena el despertador y he quedado con mis amigas en "el cole" para ir a clase. Hacer los deberes por la tarde, merendar y conectarme al messenger. Cantar en mi habitación, leer o echarme la siesta. Siempre viviendo el presente. Porque cuando eres adolescente vives tanto el presente, que por esa razón te afectan tanto las cosas inútiles y banales.

Pero lo único que nos queda es echar un vistazo a algunas fotos, tirar de memoria e intentar mirar hacia delante.


ShZ.
Hace casi 10 años de esta foto.

Comentarios

Entradas populares