No me gustan los castings.

No me gustan los castings.

No me gustan nada.

Llevaré como año y medio haciendo castings.

Y he de decir que no me acostumbro.

Estoy empezando a pensar directamente que... no sé hacerlos.


Y es porque me encanta trabajar, pero objetivamente, me da la sensación de que lo hago mal en las pruebas. Hace poco pasó algo que me hizo sentir relativamente mal, no fue una mala prueba, ni fue algo que yo hiciera mal. Pero fue una gran bajada de ánimo, de ganas y de autoestima. Y es que cualquier actriz tiene que saber lidiar con eso, y no es nada fácil. Algunas veces estás en una nube, intentas dar todo lo bueno de ti y tienes mucha seguridad, y otras pareces haberte derramado esparcida por el suelo como un helado de chocolate. Y en esta fascinación por sentirme mal comprendí que, claro, siempre me justifico con "es que no me gustan los castings". Pues no.

Porque el otro día comprendí, que mi casting está en formato "entrevista de trabajo", quien quiere conseguir un trabajo, debe hacer una prueba. La de la gente común es una entrevista, y la mía, también. Pero se llama casting y quieren ver mi potencial en menos de diez minutos -o en tiempo record-. Y claro, yo ahí me vuelvo a justificar. "Es que no pueden querer verme trabajar en minutos, a mí que me den el trabajo directamente, que yo sabré hacerlo".

Pues no señorita, no. Tú sabes que puedes hacerlo porque lo tienes en tu cabeza, tu sí lo sabes, claro, tu sí. Ellos no. Y tú debes de ser la encargada de demostrarlo ¿y por qué? porque una buena actriz es aquella que clava un casting. ¿Y por qué? por el simple hecho de que es capaz de que se vea todo un personaje en cinco minutos, que tiene mucho más mérito que quien hace un personaje en una hora y media de película. Así que, ya lo sabes, hace el favor de dejar de cagarla.

-Besos a mí misma-


ShZ.

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