Para mi muso de pelo nacarado: Mi padre.
Para él, claro ejemplo del ejemplo.
A ti, el orgullo sin prejuicio,
el gesto de plata y la miel en los labios.
El que homenajea la vida es bella con un "buenas noches, princesa".
Para el que mima a mi madre, respeta la familia y ama la vida.
Para la combinación de optimismo y alegría.
Para el premio a la tozudez más lícita y embriagadora.
Para la simpleza hecha arte. Y para arte, la única palabra que hacen que me eche a llorar.
En tres, dos, uno:
Padre.
¿Sabes ese anuncio de la lotería que echan ahora en la tele que dicen pfff...?
Y dicen, no sabemos qué es "pff" pero no suena barato.
Eso no es barato ni caro, eso solo es dinero.
Caro es conseguir que me pregunten ¿Y tú con tu padre?
Y yo digo: "Pfff..."
Yo tampoco sé que es ese "pff"
Pero no suena.
No suena a nada que se compre.
Suena a admiración.
Suena a amor.
Suena a maestro, confidente, mentor.
Suena a algo que no se compra. A algo que se labra con los años.
Suena a cosquillas en el sillón, saltos y risas en la cama.
Suena a consejos, a películas de sofá y manta a las tres de la madrugada y sabe a infusión de miel y limón. Sabe a tortitas y batido del Café Plantaciones.
Suena a consejos, a películas de sofá y manta a las tres de la madrugada y sabe a infusión de miel y limón. Sabe a tortitas y batido del Café Plantaciones.
Sabe a "el ajo es el mejor antibiótico"
Sabe a "échate miel"
Sabe a "hazme caso"
Sabe a "venga, que por las noches no tienes prisa"
A "te regalo un libro por Navidad"
A "cuánto vales"
A "Jesusito de mi vida, eres niño como yo"
A "qué gusto que estés en casa hoy, te echaba de menos"
Suena, sabe, huele y se ve como un buen padre.
No como uno bueno, sino como el mejor.
Suena, sabe, huele, se ve y se siente como las lágrimas que salen escribiendo esto.
Que salen fruto, de todos estos años, porque ser padre no es fácil y ser el mejor es imposible.
Pero tú rozas la perfección dentro de lo imposible.
Suena, sabe, huele, se ve y se siente como que te quiero.
Que te quiero mucho papá.
Y te podría escribir una y mil páginas de noches más como esta y como mi propio nombre indica.
Pero Sherezade no va a contar esta vez las mil y una noches a ningún sultán, porque no le hace falta, porque tiene a la mejor persona que podría tener a su lado, tú.
Feliz día del padre.
ShZ.
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